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Llegado el mes de junio, el mundo se paraliza para dar lugar al mayor evento deportivo: la Copa Mundial de Fútbol. En esta ocasión aprovecharemos para analizar la representación hispana a lo largo de la historia de la competición.
Tras varios eventos similares, y la inclusión en los Juegos Olímpicos años atrás, fue tras dichos juegos en 1928 cuando la FIFA decidió iniciar oficialmente la celebración de una copa mundial para 1930. Aunque hubo elección por unanimidad para considerar Uruguay como su sede, la realidad fue que existió un boicot por parte de Europa al elegir dicho país, rechazando muchos países su participación alegando los altos costes que suponía el viaje. Finalmente sólo fueron 13 los que asistieron, con predominancia de los equipos americanos y la participación hispana de Argentina, Bolivia, Chile, México, Paraguay, Perú y la anfitriona.
Tras unos inusuales y desiguales cuatro grupos, finalmente Argentina y Uruguay fueron las únicas que consiguieron superar de ronda (sólo pasaba la primera de cada grupo), y fueron ellas precisamente las que alcanzaron la final, que terminó con la victoria del equipo anfitrión por 4-2 y el decreto de fiesta nacional al día siguiente. Cabe destacar que previamente Uruguay también venció en los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928, y debido a que no existían precedentes, y su organización por parte de la FIFA, es común tomar ambos trofeos también como campeonatos mundiales por su parte.
Como jugadores cabe destacar al uruguayo José Pedro Cea, que participó en los tres títulos y fue segundo máximo anotador en 1930, y el argentino Guillermo Stábile, máximo anotador con 8 tantos.
Cuatro años después, Italia fue la encargada de albergar la cita mundialista. En esta ocasión, y paralelamente a lo ocurrido hacía cuatro años, fueron esta vez los equipos americanos quienes boicotearon el evento y decidieron no participar; llamando la atención la ausencia de Uruguay que no revalidó su título. Finalmente, sólo Argentina y España fueron las representantes hispanas, con poca relevancia: siendo un sistema de eliminación directa, Argentina perdió su primer partido y España quedó quinta tras perder su segunda ronda; finalizando el torneo con la victoria del país anfitrión.
En 1938 se disputó el tercer mundial en Francia, con la notable ausencia de España debido al estallido de la Guerra Civil. También de los países americanos, que volvieron a boicotear el evento, agravado por el hecho de que hubo un compromiso inicial de alternar la sede en ambos continentes. Este cambio de actuación lo realizó el presidente de la FIFA, Jules Rimet, ya que deseaba que su país natal pudiera albergar el posible último torneo, debido al cercano inicio de la Segunda Guerra Mundial. Cuba fue finalmente nuestra única representante, que consiguió un séptimo puesto tras caer en la segunda ronda, en un mundial que volvió a ganar Italia, siendo el primer bicampeón (sin contar los Juegos Olímpicos de Uruguay).
Desgraciadamente, fue inevitable la II G.M.; así que este torneo se paralizó hasta 1950, año en que se eligió Brasil como sede debido al maltrecho estado de Europa. Con la notable ausencia de Argentina por decisiones internas; la representación hispana la llevaron Bolivia, Chile, España, México, Paraguay y Uruguay. En esta ocasión, quedaron eliminados de la primera ronda todos estos equipos con la excepción de España y Uruguay.
Y fue en su segunda ronda cuando ocurrió el famoso Maracanazo. Aunque los enfrentamientos eran entre los cuatro equipos también en fase de grupo, el destino quiso que el último partido entre Brasil y Uruguay se convirtiera realmente en la final. Brasil tenía todo a favor: jugando como local, con sólo un empate necesario para vencer en el torneo, y todo el mundo "preparado" para que fueron ellos los vencedores. Sin embargo, la épica gesta de los charrúa hizo que terminaran venciendo contra todo pronóstico, acuñando el famoso término como sinónimo de este tipo de victorias.
Incluso el propio Rimet tenía todo preparado para entregar el trofeo y realizar la celebración para el equipo local, pero la realidad quiso que la escuadra liderada por Obdulio Varela rompiera todas las expectativas y recibiera dicha copa casi a escondidas; consiguiendo además su segunda Copa Mundial y el cuarto trofeo si contamos los Juegos Olímpicos.
En el 54 el Mundial volvió a territorio europeo, en concreto a Suiza, destacando por tratarse del primero en retransmitirse abiertamente por televisión. Debido a su sistema de clasificación, España no llegó a participar en él; y además de la abstención de Argentina, Perú y Colombia; tampoco lo lograron Paraguay y Chile (imponiéndose Brasil). En ese sentido sólo participaron México (representante del norte y centro de América) y Uruguay por ser la vigente campeona.
Aunque México era una selección de menor nivel y quedó última en su grupo, Uruguay consiguió de nuevo un buen papel, llegando a alzarse con un meritorio cuarto puesto aunque sin revalidar el título que terminó llevándose la Alemania Federal.
Cuatro años después la cita mundialista se trasladó a Suecia; siendo su gran protagonista un entonces desconocido Pelé, que terminó llevando a su selección a su primer triunfo. Del lado hispano participaron Argentina, Paraguay y México; con notables ausencias como Uruguay o España que no lograron clasificarse. Su papel fue además mediocre, ya que ninguna logró pasar de ronda.
En el año 1962 la Copa regresó a territorio americano, en concreto a Chile. Además del anfitrión participaron Argentina, Colombia, España, México y Uruguay. De ellas, solo la anfitriona consiguió pasar la fase de grupos, consiguiendo un meritorio tercer puesto tras caer en semifinales contra Brasil (que revalidó el título) y que tuvo como máximo anotador del torneo a Leonel Sánchez junto a 5 jugadores más con 4 dianas; siendo además el mejor papel de esta selección en su historia.
En el 66, el Mundial se celebró en Inglaterra, cuna de este deporte. Nuestra representación la llevó a cabo Argentina, Chile, España, México y Uruguay; avanzando de ronda sólo Uruguay y Argentina, que terminarían cayendo en cuartos de final tras unos polémicos arbitrajes. Fue la anfitriona quien se llevó el primer y único título en su historia, también con polémica debido a un gol en la prórroga de dudosa validez.
La Copa de 1970 se celebró en México, la principal representante del Norte y Centro de América durante las últimas décadas, en el que muchos coinciden en considerarla la mejor entrega de su historia. La participación hispana apareció mediante la anfitriona, Perú, Uruguay y la debutante El Salvador, y notables ausencias como Argentina o España que no lograron clasificarse. Salvo la novata selección, las otras pasaron a la segunda fase, llegando además Uruguay a las semifinales.
Estas fueron notables por albergar a cuatro campeones: Brasil, Alemania Federal, Italia y la citada Uruguay. La importancia era significativa, ya que tres de ellas además conseguirían su tercer título y poseer en propiedad el llamado Trofeo Jules Rimet. Desgraciadamente, Uruguay no pudo derrotar a Brasil, que terminaría llevándose este trofeo después de celebrarse la otra gran semifinal, apodada El Partido del Siglo.
Ya en el 74 el Mundial regresó a Europa de manos de Alemania Federal, la anfitriona que terminó ganando su torneo con gran rivalidad hacia La Naranja Mecánica de Johan Cruyff. En él participaron sólo Argentina, Chile y Uruguay; que a la par sólo la primera pasó a la segunda fase, y en ella quedó última de grupo.
Pero fue en el año 1978 cuando Argentina empezó a escribir su historia. El regreso de la copa a su continente se hizo con dicho país como anfitrión, y fue también quien terminaría venciendo y consiguiendo su primer título. Aunque hubo una gran crítica internacional por la dictadura militar que asolaba el país, lo cierto es que ninguna selección terminó por retirarse, aunque sí lo hizo Johan Cruyff a nivel personal. Los países hispanos que participaron fueron, además de Argentina; España, México y Perú.
De la primera fase consiguieron avanzar Argentina y Perú, aunque luego ambas coincidieron en el mismo grupo de la segunda fase y sólo la primera avanzó liderando el mismo, con Perú derrotada en los 3 partidos jugados. Fue entonces cuando llegó a la final, disputada contra la conocida Naranja Mecánica, y que terminó ganando por un resultado de 3-1 a favor. De aquella selección cabe destacar a Mario Alberto Kempes, El Matador, que además fue el máximo goleador de la competición con 6 tantos.
Con el cambio de década el Mundial debía volver a Europa, y fue España su anfitriona como se acordó años atrás. La copa de 1982 supuso un evento histórico en el país, destacando su mascota Naranjito. Se introdujeron novedades como la ampliación a 24 participantes; aunque también tuvo vergonzosos momentos como el gol anulado a Francia ante las quejas del hermano del emir de Kuwait; o el partido de la vergüenza, llevado a cabo entre Alemania Federal y Austria, y que consiguió la clasificación del segundo debido al pacto que realizaron ambos, y que llevó a la futura decisión de jugar los últimos partidos de los grupos simultáneamente.
Además de la anfitriona, la participación hispana la llevaron El Salvador, Argentina, Chile, Perú y la debutante Honduras. De la primera ronda sólo avanzaron Argentina y España, quedando luego últimas de sus respectivos grupos de 3 equipos. Finalmente Italia venció a Alemania Federal en la final, consiguiendo además su tercer trofeo e igualando a Brasil.
Y en 1986 el Mundial debía volver a América, en concreto a Colombia. No obstante, el país se vio imposibilitado de albergar la cita, así que se decidió repetir en México como su sustituta. En él participó la anfitriona, España, Argentina, Uruguay y Paraguay; y todas ellas hicieron un gran papel al llegar a la segunda fase (octavos de final). También a cuartos llegaron México, España y Argentina, aunque fue la última quien siguió avanzando, llegando a ganar el torneo contra Alemania Federal en la final.
Sin duda, Argentina fue la gran protagonista de esta cita, y más en concreto su jugador estrella, Diego Armando Maradona. El partido con mayor protagonismo y que quedó para la historia fue el de los cuartos de final ante Inglaterra, donde vencieron por 2-1 mediante los goles más famosos y recordados por cualquier aficionado al fútbol: la mano de Dios y el Gol del Siglo. Finalmente Argentina se alzó con su segundo título, igualando a su vecina Uruguay.
La década de los 90 se estrenó con el siguiente mundial en Italia. En él participaron España, Colombia, Argentina, Uruguay y la debutante Costa Rica. Como en el pasado mundial, las 5 selecciones hispanas cumplieron un buen papel al avanzar a la segunda ronda del torneo. Sin embargo, en ésta fueron eliminadas salvo Argentina, que consiguió llegar hasta la final y repetir de nuevo contra Alemania Federal; imponiéndose esta vez el país teutón y consiguiendo su tercer campeonato. No obstante, esta victoria fue controvertida, debido a que ganaron 1-0 debido a un penalti para muchos inexistente.
En 1994 debutó Estados Unidos como sede; rodeada de polémica debido a la poca implantación y tradición de este deporte en el país, así como la falta de seguidores al tratarse de una disciplina secundaria. Ese año participaron España, México, Argentina, Colombia y Bolivia. Las tres primeras avanzaron de ronda, llegando España además hasta los cuartos de final. La final se decidió entre dos tricampeones; Brasil e Italia, ganando el primero de ellos. Como nota negativa, Maradona fue expulsado al detectarse efedrina en un control antidoping, despidiéndose por la puerta de atrás como jugador de la selección.
Por último, el fin de siglo albergó en 1998 la copa en Francia, trayendo como principal novedad la participación de 32 equipos, característica que se mantiene actualmente. En ella participaron España, México, Argentina, Paraguay, Colombia y Chile. Salvo Colombia y España, los otros cuatro se clasificaron para octavos de final, avanzando también Argentina hasta cuartos. Fue finalmente la anfitriona quien se alzó con el título, el primero y hasta ahora único en su historia.
El cambio de siglo supuso grandes novedades en la historia del mundial. El primero de ellos fue la sede, que rompió su tradición de alternar países europeos con americanos. Pese a que Marruecos presentó en varias ocasiones candidaturas; fueron finalmente Corea del Sur y Japón los países anfitriones en 2002, suponiendo las novedades de celebrarse por primera vez en Asia, y además compartido entre dos estados.
Nuestros representantes fueron España, Costa Rica, México, Argentina, Uruguay, Paraguay y Ecuador, siendo el debut de esta última. Algo que caracterizó este mundial fue el pobre papel de algunas selecciones grandes; como Uruguay, Portugal, Argentina y Francia (que revalidaba título), eliminadas en la fase de grupos. Así las cosas, sólo avanzaron España, México y Paraguay, siendo a la postre la selección ibérica la única que llegó hasta cuartos.
Y fue precisamente en ese partido, contra Corea del Sur, donde se desató la gran polémica arbitral. El país anfitrión ya estuvo acompañado de este hecho en los partidos ante Portugal e Italia, pero fue en este encuentro cuando más evidente se hizo el mal papel de los árbitros a favor de los coreanos, incluyendo un par de goles anulados a España, que terminó sin anotar ninguno y cayendo en la ronda posterior de penaltis. Finalmente se clausuró con el partido entre dos grandes campeones, Alemania y Brasil, siendo la canarinha quien se alzaría con su quinto título y último hasta la fecha.
En 2006 la Copa Mundial regresó a Alemania tras hacerlo 32 años atrás, en una competición donde hubo una gran supremacía de los equipos europeos a nivel de juego. Nuestra representación vino de parte de España, México, Costa Rica, Argentina, Ecuador y Paraguay. Aunque España, Argentina, México y Ecuador pasaron a octavos; sólo la albiceleste avanzó a unos cuartos de final de predominancia europea; disputando la final Italia y Francia, y llevando al país transalpino a su cuarto trofeo tras una reñida ronda de penaltis.
Aparte de las citadas victorias de Uruguay y Argentina en décadas pasadas, ningún otro equipo hispano pudo haber ganado esta competición hasta bien entrado el siglo XXI. Y es en la actualidad cuando España ha vivido su particular época dorada con uno de los principales récords de títulos consecutivos.
Históricamente, España no tuvo un papel demasiado destacado en comparación con otras grandes. Con discretas participaciones en Mundiales, algunos años sin siquiera clasificarse y su único trofeo siendo la Eurocopa de 1964; fue desde 2008 cuando alcanzó el primer nivel. En 2006 debutó Luis Aragonés como entrenador, siendo el artífice de esta revolución. Si bien no consiguió un gran debut, comenzó a sentar las bases de la futura gloria. En 2008 causó gran revuelo la confianza en el joven delantero David Villa para comandar el ataque español, en detrimento del histórico Raúl González. Sin embargo, sus decisiones y forma de dirigir al equipo hizo que acabaran alzando su segunda Eurocopa ese mismo año.
Por desgracia, Aragonés cumplió su palabra de dejar la selección al finalizar el torneo, siendo Vicente del Bosque su relevo y el encargado de continuar el excelente trabajo iniciado por él. Con mucha ilusión, pero también un gran respeto a la competición, la selección española llegó de nuevo a lo más alto al conquistar la Copa Mundial de 2010, celebrada en Sudáfrica. La representación hispana también la llevaron Argentina, Chile, Honduras, México, Paraguay y Uruguay; aunque fueron los ibéricos los más destacados pese al buen papel que hicieron el resto (todas salvo Honduras llegaron a octavos, Argentina y Paraguay a cuartos y Uruguay a semifinales).
La gloria de España continuó un par de años más, también llevándose su tercer título consecutivo: la Eurocopa de 2012; siendo además la tercera de este tipo. Sin embargo, todavía les queda pendiente la Copa Confederaciones, quedando eliminadas en sus oportunidades de 2009 y 2013.
Y llegamos a la actual edición de la Copa Mundial de Fútbol, la vigésima. Celebrada de nuevo en Brasil, Si algo la caracteriza, son las grandes sorpresas que han dejado algunos partidos. La representación hispana la forman España, Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México y Uruguay; curiosamente la mayor en toda la historia con un total de 9 selecciones.
Aunque se esperaba un gran papel de España, como defensora del título y 6 años de gloria; curiosamente dejó sorprendidos a todo el mundo tras caer en la primera ronda por una abultada derrota contra los Países Bajos y también contra Chile, a la par clasificadas. No obstante, no fue la única grande que ha abandonado la competición a las primeras de cambio; ya que le acompañaron Portugal, Inglaterra o Italia; estas últimas también vencedoras del trofeo.
La cara buena de la moneda la encabezan el resto de equipos hispanos, la mayoría de ellos clasificados y siendo el principal grupo que conforma los octavos. A España sólo le acompañaron Ecuador y Honduras; quedando las otras 6 clasificadas. Si el caso de Chile es destacado, más aún el de Costa Rica; que no partía como favorita y terminó primera de grupo imponiéndose a tres campeonas del mundo como Uruguay, Italia e Inglaterra.
Se desconoce quien podrá ser finalmente el vencedor de este torneo; si un histórico en estas ediciones (la pentacampeona y anfitriona Brasil) o alguna que pueda dar la campanada. De un modo u otro, desde aquí queremos desear la mayor de los suertes a estos 6 representantes hispanos; ya sea a la hora de alzarse con su tercer triunfo (Argentina o Uruguay); o escribiendo su primera página de gloria (México, Chile, Colombia o Costa Rica).
Y para vosotros, ¿quién fue la mejor selección hispana de la historia? Puedes dejar tu voto en la encuesta que aparece a continuación, o detallar tu opinión en la sección de comentarios. Si vuestra elección es por una de las actuales, esperemos que tenga suerte y se alce con el triunfo...
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